Cuidar de los lithops durante su cambio de hojas requiere precaución, ya que es un momento en el que las plantas son particularmente propensas a la pudrición. Aquí tienes algunos consejos para evitar problemas y garantizar el crecimiento saludable de tus lithops:
Reducir el riego:
Durante el período de cambio de hojas (que suele ocurrir en el otoño-invierno), los lithops necesitan muy poca agua. El agua que requieren proviene principalmente de la redistribución interna de recursos de las hojas viejas a las nuevas. Durante este período, se recomienda regar muy poco o incluso dejar de regar por completo hasta que las hojas viejas se hayan secado por completo y desaparecido.
Uso de fungicidas:
Si decides regar, puedes agregar un poco de fungicida al agua para prevenir el desarrollo de enfermedades fúngicas. Elige un fungicida que sea seguro para suculentas y úsalo estrictamente de acuerdo con las instrucciones.
Condiciones de iluminación:
Los lithops requieren luz brillante pero protección contra la luz solar directa durante la parte más calurosa del día. Una iluminación de calidad promueve el desarrollo adecuado de las nuevas hojas.
Temperatura y ventilación:
Asegura una buena ventilación donde crezcan los lithops, pero evita las corrientes de aire. El régimen de temperatura debe ser moderado, evitando el frío o el calor extremos.
Período de descanso:
Recuerda que después de que se complete el proceso de cambio de hojas, los lithops entran en un período de descanso. Durante este tiempo, tampoco requieren riego hasta que comiencen a crecer activamente nuevamente en la primavera.
Monitoreo:
Controla regularmente tus plantas en busca de signos de pudrición u otros problemas. La detección temprana permite tomar medidas rápidas para prevenir la propagación del problema.
Recuerda, los lithops son plantas bastante poco exigentes que pueden almacenar agua en sus hojas. La clave es no regar en exceso el suelo y permitir que la planta consuma la humedad de las hojas viejas antes de pasar a las nuevas.