Otra entrevista desde nuestro Invernadero
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Ahora imagina si todos los niños comenzaran a regalar flores en maceta, de diferentes tipos. Luego, la maestra las colocaría en los alféizares de las ventanas del aula, y todos los niños las cuidarían junto a ella.
En este caso, la elección más apropiada son los cactus y suculentas sin espinas. ¿Por qué? En las escuelas modernas, los elementos naturales son cada vez más importantes para crear un entorno de aprendizaje saludable y estimulante. Entre estos elementos naturales, los cactus y las suculentas ocupan un lugar especialmente especial. Estas plantas no solo añaden comodidad y belleza a las aulas, sino que también ayudan a los estudiantes a aprender lecciones importantes sobre biología y el medio ambiente.
Los cactus y las suculentas son plantas excepcionalmente resistentes que pueden sobrevivir con un mínimo de agua. Son ejemplos de adaptación a condiciones difíciles y pueden enseñar a los estudiantes lecciones importantes sobre la importancia de la biodiversidad y la evolución. En un pequeño alféizar de ventana, se puede reunir una colección de más de 100 especies de Sudamérica, Norteamérica, Madagascar y África.
Mantener cactus y suculentas en la escuela no requiere mucho esfuerzo ni recursos. Necesitan luz y riego moderado, y generalmente se adaptan bien a las condiciones del aula. Esto los hace adecuados para un entorno escolar donde a menudo hay limitaciones de tiempo y recursos para el cuidado de las plantas.
Además, las suculentas y los cactus se pueden incorporar en varios proyectos educativos. Los estudiantes pueden llevar diarios de plantas, estudiar la fisiología de las suculentas o incluso participar en proyectos artísticos relacionados con las plantas. Pueden ser una herramienta útil para fomentar el interés de los estudiantes en la ciencia y la naturaleza. Enseñan a los niños a ser pacientes y a esperar el crecimiento y la floración de las plantas. Los cactus y las suculentas florecen en primavera, desde febrero hasta marzo, y continúan hasta finales de octubre. Así que, para el final del año escolar, los alféizares de las ventanas lucirán como un hermoso jardín de flores.
Durante los meses de verano, los cactus y suculentas requieren un riego mínimo, aproximadamente dos veces al mes, lo que simplifica en gran medida su cuidado.
En conclusión, los cactus y las suculentas no solo tienen valor estético, sino que también ofrecen una oportunidad educativa única en la escuela. Con su ayuda, los estudiantes pueden aprender lecciones importantes sobre la naturaleza, la ciencia y el mundo que les rodea, al mismo tiempo que disfrutan de las hermosas e interesantes plantas en su entorno escolar. Además, el cuidado compartido de las plantas fortalecerá las amistades entre los niños.
La construcción de una colección de cactus y suculentas puede introducir a los niños en nuevas culturas, revelar los misterios del mundo natural e incluso inspirarlos a seguir carreras en campos como la microbiología y la biónica.
¿No son estas razones suficientemente buenas para intentar cambiar una tradición y hacerla mejor y más hermosa?